Javier Bustamante, en su ponencia, habla de la importancia de las tecnologías como factor social, ya que puede ser un medio para resolver asuntos de vida pública. Un buen ejemplo son los puentes de New York (en un parque de Long Island): Robert Moses solo hizo puentes de tres metros de anchura. En ellos podían pasar coches, pero no autobuses, por lo que mucha gente pobre no podía llegar al parque.
Las tecnologías son formas de ordenar el mundo. Las innovaciones son como las leyes: una vez promulgadas, perduran.
El ponente destaca el papel de la sociedad civil en la sociedad-red, con ejemplos de apropiaciones de la tecnología por parte de la gente (por ejemplo los móviles entre el 11 y 14 de marzo de 2004, o flash mobs (muchedumbres que quedan en un sitio para realizar una acción).
En cambio, por lo que se refiere a la política, la influencia de Internet no ha sido tan importante, excepto en algunos casos concretos, como por ejemplo la campaña de Barack Obama, o google bombing político (bloqueando servidores, por ejemplo). Es la participación política horizontal lo que las nuevas tecnologías (Internet) permiten.
Existen tres sentidos para tener una ciudadanía digital:
1. Ampliación de la ciudadanía: derecho a interactuar y comunicarse
2. Combate la exclusión (capacita a colectivos marginales en el mercado de la información)
3. Crear una inteligencia colectiva
Para conseguirlo, hay que crear inclusión digital, eliminando la brecha digital. Hoy en día, tener conocimiento es más importante que tener bienes.
También hace falta desarrollar la creatividad. No podemos crear una tecnología muy sofisticada para gente que no la necesita. Ejemplos son los mini-ordenadores baratos, redes sin infraestructura (redes Wimax), programario libre, etc...
Poco a poco, nos acercamos a una cuarta generación de Derechos humanos. Una primera generación es la libertad de movimiento, de expresión, de salud. La segunda acentúa la necesidad de que el estado garantice ciertos derechos. La tercera generación protege los derechos de minorías (mujeres, inmigrantes...).
La cuarta generación de derechos humanos es la que quiere dotar de los derechos de información a toda la población.
Una sociedad cooperativa es una sociedad donde todos vamos a ganar. Si hasta ahora en economía nos basamos en la ley de la oferta y la demanda. A más escaso, más caro. En la actualidad se da la ley de Metcalfe: "Todo lo que no se comparte, se pierde", frase muy aplicable a software, pero a muchísimas tecnologías. Un ejemplo es el correo electrónico. No te sirve si el resto de gente no tiene. No te sirve un fax si nadie lo tiene. Un grandísimo ejemplo es también Linux. Una ética donde la cooperación es básica.
Dentro de esta nueva sociedad, para las pequeñas comunidades, Internet es básico para su revitalización, desde "Ambulanchas" que funcionan con Wifi en el Amazonas, a tribus del Amazonas que vigilan la deforestación a partir de Google Earth. También a través de Internet se puede mejorar la educación, la comunicación, etc... entre personas que nunca habían tenido acceso a la integración, y lo mismo en el caso de diferentes generaciones.
El derecho a diseñar la tecnología es un derecho actual y necesario. La tecnología debe ser diseñada para permitirnos vivir en la sociedad actual, en el mundo. La tecnologías deben ser usadas por todos, independientemente de sus problemas de accesibilidad o su nivel económico. Lagndon Winner es el máximo exponente de esta ideología.
Javier Bustamante es Profesor titular de Filosofía moral de la Universidad Complutense de Madrid, director de CICTES(Centro-Instituto Iberoamericano de ciencia, Tecnología y Sociedad) y Vicepresidente del FIAP (Foro de investigación y acción participativa para el desarrollo de la sociedad del conocimiento).
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